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miércoles, 16 de febrero de 2011

REFLEJO.


Nadie se cree esa vestimenta de arlequín,
tan sólo se necesita una mirada para ver esa mascara,
siempre a punto de caer.

La más nociva de las mentiras es aquella que nos inventamos a nosotros mismos.


Ellos ven lo que yo pienso de mí.
Mi visión de mi mismo es causa y efecto.

¿Por qué ocultar mi esencia, si es lo mas original en todo el ser?

No puedo transitar por la avenida de la sociedad con vestimenta de rey
y pensando que soy un mendigo.

Se puede hacer alardes gratis de algo que no somos,
pero nadie lo cree, nadie.

¿Cuánto tiempo bastara para que lo reprimido en la garganta del pensamiento estalle?

¡Esa maldita mascara, que no nos deja soltarnos!


Se terminaron los actores, cuando aprendimos a leer los,
ojos,
el tono de voz,
la postura y el cuerpo.
¡Que hoy se el día en el cual enfrentemos todo lo que temíamos hacer!

No existen limites,
sólo existen los limites que concientes o inconcientes,
lo ubicamos en nuestra carne y distraído lo perpetuamos.

Lagrima de un recuerdo en silencio.


La noche cae y sobre la almohada antes de que se cierren tus ojos,
siempre destila un recuerdo seguido de una lágrima.

Te robaron la inocencia,
jugaron con tu sexualidad,
te amordaza la impotencia y la humillación.

Tu mundo se cubre de silencio,
no podes confiar en nadie,
sos incomprendida.
Siempre miras a los cuatro vientos porque
arrebataron tu auto estima.

Un vació cubre tu existencia,
siempre que miras al cielo preguntas: ¿por qué?

Ese recuerdo que te crucifica aunque pase el tiempo.
Estas saturada y seguís adelante
con la marca de un precinto saboteado.

Dejaron una tormenta en tu mente
y el silencio te habla al oído.

De esos ojitos color verde la savia es una gota de mar.
Maldecís al judas que lleva tu sangre y
Te robo la felicidad.

Eras una niña; pero ahora sos una mujer.
La tormenta pasa aunque el sello
del tormento este siempre titilando.

Tienes un espacio en este corazón que no tuvo el mismo martirio;
pero te comprende.
Nunca bajes la mirada,
nunca elijas pensar que solo servís para las luces de neón.

La tormenta te persigue a donde vas,
hoy te acompaña un estrés postraumático.

Juntaría todas las voces femeninas que callaron,
por temor,
por humillación.
Las juntaría para que no te sientas tan sola.

Hay un precio en esta tierra ardiente para todos
los que abusaron de la inocencia.
Sea, tío, padre, abuelo, o un hijo de puta esperando en una esquina oscura.

Que tu mirada nunca se marchite,
que tu voz nunca apague,
que tu vida nunca se trunque.

Déjame beber tus lágrimas, déjame compartir tu dolor.
Rompe ese silencio y aunque en la almohada siempre antes de cerrar los ojos esté la tormenta.
Cierra los ojos fuerte y piensa que ya no estas sola.

Llevas el peso por casualidad del destino,
pero llevas el coraje para poder superarlo.

Mírame a los ojos,
levanta tu cabeza y libérate de esa tormenta.
Déjame ser tu rayito de sol.

jueves, 10 de febrero de 2011

DESPIERTO.


Despierto con los ojos cerrados junto al crepúsculo
Despierto soñando rancios sueños,
que dicen van al mar, al cielo.

Despierto junto a una montaña de ideas desechadas.
Despierto cuando no quiero despertar,
la realidad ahoga un sueño, sueño que quiero despertar.

Amanecer, ocaso y la noche en madrugada.

Despierto, soy autor y actor
Soy veneno y antídoto, somnífero y anfetaminas.

Despierto la sonrisa dormida,
las rosas marchitas,
el corazón de fuego en el hielo de existir.


Despierto entre un misero lecho y mentalidad de rey.
Despierto con un día fascinante, somnolencia turbia.

Despierto todo el ser.
¿Por qué?
Porque con el despierto los amores dormidos,
la nostalgia matutina,
la cangrena de sentimientos.

Despierto mis ojos ya taciturnos, aletargando todo deseo,
todo aun en pie,
aún teniendo noción de lo nocivo.

Despierto con la indiferencia de abrir los ojos.
Despierto con miles de voces en mi cabeza, con todos los insultos y maltratos.
Despierto siendo niño, me voy durmiendo envejecido, decrepito.

Despierto queriendo despertar, trayectoria de pesadillas en lucidez.

Despierto el otoño y el otoño se funde en mí,
llenándome de hojas.

Hojas en donde escribo,
hojas que destilan mi sentir, mi anhelo de despertar en un poema.

Despierto, dormido, esperando el oportuno punto de partida.
Despierto, día a día. Despierto dormido.

Despierto para nunca más despertar.

Irónico cupido.


He buscado el amor por todos lados.
En las calles vacías, en altas horas de la noche.

Un día te encontré, con tu cabello largo y tus ojos taciturnos.
Te bese con ternura y con pasión
Te conté lo que mi corazón siente,
Te dije un poema.

Con tu ternura fraternal, con tu transparencia, pensé:
¡He aquí el amor!

Ese que tanto soñé, que busque. Con mis ganas de amar,
con mis ganas de soltarle la mano a la soledad.

No puedo negarlo sin querer te enamore.

He tratado de obligarme a amar a tan buena mujer.
(Ame tantas veces erróneamente)

No pude.

¿Tengo el corazón de piedra o vacío?

No lo se, simplemente no puedo amarte.
Sin quererlo te lastime.

Nunca fuí correspondido, ame tantas veces sin ser amado.
Hoy cuando tu corazón lleva mi nombre…
Maldigo al cielo por no sentir nada.

En mi vida cupido siempre tuvo dos flechas:
Una para enamorar y otra para herir;
pero siempre a la misma persona.


He encontrado una tierna y dulce mujer.
No puedo mentirle…

No siento nada.

miércoles, 9 de febrero de 2011

"VIDAS"


Hay vidas que se apagan.
Hay ojos que se pagan.

Hay enemigos indiferentes.
Hay amigos que te mienten.

Hay enfermedades que se curan.
Hay saludables suicidas.

Hay envidia derramada.
Hay humildes de carnada.

Hay pecados capitales, hay capitales de pecados.

¿Como armar un rompecabezas al cual siempre le faltan piezas?

¿Como entender tantas voces diferentes, como pensar; como no piensa la gente?

Me callo y respiro, me calla un suspiro.

Hay vidas que te encienden.
Hay ojos que no entienden.

Hay calles de hambre.
Hay corazones de alambre.

Hay horas que pasan.
Hay relojes que atrasan.

Hay bocas hermosas.
Hay lenguas de espina de rosas.

Hay risas desatadas.
Hay almohadas mojadas.

Hay rosas con espina.
Hay espinas con rosas.

¿Como armar un rompecabezas, al cual siempre le faltan piezas?

¿Como entender tantas voces diferentes, como pensar; como no piensa la gente?

Mi vida respira.
Mis ojos suspiran.